Built Environment
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Barcelona
El confinamiento ha dado a Barcelona la oportunidad de cambiar su estrategia sobre la gestión de los jardines que llevaba planteada dos años pero que nunca podía llevarse a cabo por la imposibilidad de cerrar estos espacios. Una primavera lluviosa, las restricciones a la movilidad de la población durante largas semanas por culpa del coronavirus y la casi nula actividad de los servicios municipales de jardinería se combinaron para provocar el desbordamiento de la naturaleza y la invasión, por parte de múltiples especies, de espacios hasta entonces vetados a la vegetación. Esto ha dado lugar a un nuevo plan para la renaturalización de la ciudad basado en dejar de intervenir en los espacios verdes, dando lugar a un entorno más favorable para la biodiversidad. El plan prevé dejar crecer la vegetación de manera natural, priorizar especies frondosas con más valor ambiental y social y proteger la flora y fauna urbanas.
Además de haber identificado aquellas zonas donde no es necesaria la siega o se puede acortar, se han llevado a cabo otras acciones como crear estructuras de fauna, refugios para animar a pájaros, erizos o murciélagos a habitar allí.
El nuevo plan de gestión verde pretende naturalizar 17 espacios de diferentes zonas verdes de la ciudad, que representan 783.300 metros cuadrados de nuevo ‘espacio bio’, y 49.000 metros cuadrados más en espacios verdes viarios.
Ayuntamiento de Barcelona
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El Ayuntamiento de Barcelona promueve esta medida en 2020 desde el Área de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad con el objetivo de fomentar un modelo de ciudad más saludable y respetuoso con la biodiversidad y avanzar en la lucha contra los efectos de la emergencia climática.
Concejalía de Emergencia Climática y Transición Ecológica
Inicio 2020
Gestión de espacios verdes
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