Guía de ayuda para la reutilización de troncos como estructuras de juego

Como parte del trabajo de Basurama, basado en la reutilización de residuos en infraestructuras públicas de carácter lúdico y educativo, esta iniciativa se propone al Ayuntamiento de Madrid para convertir los troncos de los árboles abatidos por la borrasca 'Filomena' en estructuras de juego para escuelas infantiles y colegios.

En concreto, ha planteado la afectación al arbolado de la ciudad por el temporal como "una oportunidad increíble para realizar un proyecto a escala urbana muy fácil y directo", es decir, hacer "una oportunidad de un desastre", y además "una oportunidad maravillosamente fácil".

Se puden recoger los troncos directamente de los parques más cercanos y se recomienda instalarlos en zonas de suelo blando (tierra, césped, arena), se asientan mejor, se pueden clavar si se considera oportuno, y es un suelo más seguro por si hay caídas. La idea es llevar los árboles caídos (sin pinocha) para jugar con ellos tal cual, cortándolos en varias partes y apilándolas entre sí. No necesitan anclaje al suelo, aunque sí entre ellos para que sean estables. Repasa que no tenga astillas ni cortes puntiagudos. La textura de la corteza, aunque puede raspar es genial. Si tienes espacio, no lo conviertas en tocones.

Jugar con la naturaleza tiene valores pedagógicos intrínsecos, no importa en qué forma sea: hojas, palitos, piedras, agua... y por supuesto, ramas y troncos. Los valores naturales no dependen del diseño que se haga. Jugar con los árboles abatidos por una tormenta de nieve o un vendaval, y ver cómo éstos se van secando, se convierten en nichos de biodiversidad, enriquecen el suelo donde se asientan, es una manera muy efectiva de aprender ciencias ambientales. Por ello, no es necesario tratar ni barnizar la madera.